La Comisión Europea sigue avanzando en su proyecto de protección del medio ambiente. El pasado 25 de septiembre se acordó la prohibición de los microplásticos añadidos intencionadamente a los productos. Con las nuevas normas implantadas, se evitará la liberación de medio millón de toneladas de estas sustancias al medioambiente y queda totalmente prohibida la venta de microplásticos, así como los productos que los tengan añadidos . Las restricciones comenzarán a estar vigentes desde el próximo 17 de octubre con la venta ilícita de la purpurina no adherente y las microesferas. Las restricciones comprenden un amplio abanico de microplásticos: se incluyen todas las partículas de polímeros sintéticos inferiores a cinco milímetros que son orgánicos, insolubles y resistentes a la degradación. Esto incluye útiles comunes como purpurina, cosméticos, detergentes, productos fitosanitarios, juguetes, medicamentos o productos sanitarios. Los productos que contengan microplásticos de tamaño inferior a 5mm, estarán completamente prohibidos en España y todo el territorio de la Unión Europea y su comercialización será sancionable. Cabe destacar que los microplásticos se caracterizan por no ser biodegradables. Un informe de la ONU apunta que estas partículas son tan diminutas que no pueden ser filtradas por las plantas de tratamiento de residuos. Así, normalmente terminar en el mar con la posibilidad de que algunas especies de la biología marina las ingieran.
Un claro ejemplo de adaptación y responsabilidad es el de Nettuno que ya aplicó en 2019 medidas plastic free. Mantiene su compromiso con el cuidado del medioambiente y hace años eliminó los microplásticos de sus productos sustituyéndolos por alternativas más respetuosas con el entorno como microgránulos naturales, vegetales y minerales. Las cáscaras de avellana o almendra, la fibra de celulosa o el carbonato de calcio cubren las mismas prestaciones respecto al nivel de limpieza y respetan el ecosistema y la piel.