Los motores KOHLER Diesel funcionan con combustible HVO100. Este combustible vegetal se fabrica principalmente a partir de desechos y/o residuos de grasas animales y vegetales y es conforme a la norma EN14214.
El Hidrotratamiento de estas grasas, mediante el proceso llamado Fisher-tropsch permite transformar los triglicéridos de las mismas para crear parafinas químicamente idénticas al gasóleo.
Tiene la misma resistencia al frío que el diésel y un índice de cetano mayor con lo que mejora la calidad de la combustión en el motor. Su vida útil es ilimitada, contiene menos azufre que el diésel. Su uso reduce los residuos en el sistema de inyección y en los inyectores.
Lo más destacable es que para su fabricación se emite hasta un 90% menos de gases de efecto invernadero que con los combustibles B7.
Las ventajas en términos de emisiones directas son las siguientes:
– Reducción del nivel de NOx (Óxidos de Nitrógeno) en torno al -5%
– Reducción de la cantidad de PM (Partículas) en torno al -10%
– Reducción del nivel de CO (Monóxido de Carbono) en torno al -20%