Behind the innovations: OSTIRION

Al detectar este problema decidimos reducir al máximo el equipamiento montado sobre un sistema robótico, llegando a la conclusión de que la arquitectura actual de los sistemas robóticos puede que no sea la óptima, y que podíamos dotarlos de autonomía y seguridad siempre que se encuentren en un entorno vigilado por cámaras. El resultado final es un robot, de cualquier tipo, que no tiene abordo ni sensores ni ordenadores embarcados más allá de los necesarios para actuar como un receptor de órdenes de movimiento.

La industria robótica tiende un poco ciegamente hacia una autonomía total de los robots, cuando la realidad es que operan la gran mayoría de su tiempo dentro de una infraestructura equipada con sus propios sensores que se pueden utilizar para controlar robots.

La idea evoluciono en este punto hasta marcarnos el objetivo de construir un sistema que dote a una fábrica, u otro tipo de instalación, de una especie de autoconsciencia completa a través de las cámaras de video. Un ordenador central, en la localización o en la nube, podrá saber dónde están todos los robots, operadores humanos y materiales dentro de la instalación en todo momento a un bajo coste.

AMM – ¿Cuál es la tecnología que hay detrás de esta innovación?

Hector Barrio – Hay tres tecnologías principales detrás la innovación son la inteligencia artificial, las nuevas tecnologías de comunicación inalámbrica y los nuevos sistemas compactos de IoT.

La inteligencia artificial, en su vertiente de visión por computador, nos permite reconocer en la escena captada por una cámara los objetos presentes. Nuestra aportación propia es un sistema que es capaz de dar la posición relativa del objeto con respecto a la cámara o cámaras en las que aparece, sabiendo en todo momento, por ejemplo, donde está un robot y a qué velocidad se mueve. De esta manera eliminamos los sensores de edometría del robot. El sistema detecta igualmente obstáculos para que los robots los eviten. Nuestro próximo objetivo en intentar incorporar estos modelos de inteligencia artificial al control de los robots, ya que ha día de hoy los controlamos con algoritmos tradiciones tipo árbol de comportamiento.

Las nuevas tecnologías de comunicación, 5G 6G y otras, nos permiten distribuir de manera inalámbrica las imágenes de video producidas por las cámaras y responder con baja latencia a los sistemas robóticos bajo control. Incorporamos transmisiones que van más allá del WiFi tradicional para evitar saturaciones e interferencias, con nuestra arquitectura de control los mensajes que reciben los robots son muy cortos, saturan muy poco la red y podemos utilizar alternativas más adecuadas.

Por último, los nuevos receptores inalámbricos de IoT, de muy bajo consumo, compactos y con altas capacidades de transmisión permiten a los robots estar en contacto con el control central en todo momento.

AMM – ¿Nos puedes contar cómo fue el proceso de desarrollo del producto? ¿Alguna anécdota o piedra que se interpuso en el camino?

Hector Barrio – El proceso de desarrollo fue, y está siendo, muy complejo. Los componentes que utilizamos no forman parte de los catálogos industriales convencionales y tenemos que realizar trabajos de ingeniería y validación internamente. La robótica cubre conceptos de mecánica, electrónica de potencia y de control y programación lo que hace que el equipo de trabajo tenga que ser multidisciplinar y muchas veces estira nuestros recursos al límite. El elemento principal del desarrollo, que más nos preocupaba, era como generar un entorno simulado, tanto digital como real, con el que poder validar rápidamente que las tecnologías disponibles son capaces de responder a nuestra visión del sistema.

AMM – ¿Cuáles son las principales ventajas que ofrece este producto innovador? ¿Qué necesidades cubre y cómo puede mejorar la vida de las empresas?

Hector Barrio – La principal ventaja que ofrece nuestro sistema es una reducción de costes en la compra y operación de sistemas robóticos siempre y cuando la misión a la que se destinan sea adecuada. Con nuestro producto las flotas de robots aumentan su fiabilidad, reducen su coste y permiten a los usuarios reconfigurar el comportamiento de manera más sencilla sin tocar la terminal robótica, en el robot no hay nada que modificar. Esto mejorara la vida en empresas medianas y pequeñas que necesitan algún tipo de sistema robótico que no se pueden permitir como inversión y tiene el potencial de reducir de manera considerable el coste de operaciones robóticas para grandes empresas.

Ademes el sistema es mucho más sostenible, se consumen menos materiales para el mismo número de robots al haber desmaterializado los sensores y ordenador embarcados. Esto es importante en un contexto de escasez de semiconductores que posiblemente se prolongue en el medio plazo.

AMM – ¿A qué industrias está dirigida principalmente la innovación?

Hector Barrio – Principalmente a la industria de transporte y logística donde haya que realizar movimientos de material de manera flexible y ágil. Para que el sistema sea efectivo se requiere que haya cierta densidad de robos dentro de la instalación, o pocos robots en un espacio pequeño o muchos en grandes espacios, en cualquier operación de este tipo nuestro sistema es efectivo. Dadas estas características, el sistema es ideal para operar en ambientes dañinos para los robots, en órbita, la luna o marte, entornos irradiados o contaminados, ya que la terminal robótica no contiene equipos que puedan ser dañados por ambientes extremos y en caso de contaminación y tener que retirar el robot del servicio el coste del material destruido es mínimo. Como caso de uso final e ideal, el concepto de producto se puede utilizar para controlar coches eléctricos autónomos dentro de la ciudad, las cámaras que vigilan el tráfico transmitirían la información de cada vehículo individual y todo el tráfico al completo dentro de la ciudad se podría controlas de manera centralizada.

AMM – ¿Cuáles son los principales obstáculos con los que se encuentra una empresa que quiere desarrollar un producto innovador?

Hector Barrio – El principal obstáculo, en nuestra experiencia, es encontrar las oportunidades de demostrar el producto en un entorno real. Muy pocos cliente potenciales quieren arriesgarse a modificar sus operaciones para alojar un producto en pruebas, y los clientes que se interesan por el sistema necesitan que antes este probado para integrarlo. Esta situación circular hace que desde la innovación tengamos que pensar en cómo crear un demostrador con suficiente fidelidad como para convencer de su prueba a un cliente. En nuestro caso esto nos genera unos grandes costes de desarrollo que quizás con unos acuerdos de colaboración serían más reducidos. De aquí que nuestra principal preocupación se la búsqueda de entidades colaboradoras que nos permitan realizar pruebas en entorno reales para descubrir los requisitos ocultos en nuestras pruebas internas.