Behind the innovations: HRE Automation

AMM – ¿Nos puedes contar cómo fue el proceso de desarrollo del producto? ¿Alguna anécdota o piedra que se interpuso en el camino?

E. Velasco – El desarrollo de BeCold comenzó en 2014 con una fase inicial de investigación, pero fue en 2019 cuando se consolidó su industrialización. Este proyecto, fruto de una estrecha colaboración con TECNALIA y la UPV/EHU, combina sistemas de lubricación mínima (MQL) con aceites biodegradables y refrigeración criogénica con CO₂ reciclado, ofreciendo una solución sostenible para el mecanizado. Uno de los mayores retos fue diseñar un sistema que fuera compatible tanto con maquinaria nueva como con equipos existentes, lo que implicó desarrollar porta-herramientas específicos para evitar la formación de hielo seco en los conductos. Esto puso a prueba nuestra capacidad en todas las áreas de la empresa, desde Ingeniería en I+D hasta Fabricación, y demostró la eficacia de la colaboración entre entidades privadas y públicas para alcanzar resultados innovadores y eficientes. En HRE Hidraulic contamos con la licencia de explotación y hemos industrializado el prototipo, que ya hemos lanzado al mercado, y hemos conseguido vender equipos en países como Polonia y Japón.

AMM – ¿Cuál es la tecnología que hay detrás de esta innovación?

E. Velasco – BeCold combina dos tecnologías clave:

• Lubricación MQL (Minimum Quantity Lubrication): Un sistema que utiliza cantidades mínimas de lubricante biodegradable en forma de aerosol, reduciendo significativamente el uso de aceites.
• Refrigeración criogénica con CO₂: Utiliza dióxido de carbono reciclado para enfriar de manera eficiente y limpia las herramientas de corte y las piezas mecanizadas. Este gas, al expandirse, alcanza temperaturas de hasta -78°C, mejorando la duración de las herramientas y la calidad del mecanizado.

Además, el sistema es modular y adaptable (plug & play), lo que permite instalarlo fácilmente en máquinas existentes sin grandes modificaciones.

AMM – ¿Cuáles son las principales ventajas que ofrece este producto innovador? ¿Qué necesidades cubre y cómo puede mejorar la vida de las empresas?

E. Velasco – BeCold ofrece beneficios en cuatro áreas clave:

1. Económicas: Reducción de costes operativos al minimizar el consumo de aceites de corte, disminuir los tiempos de mecanizado y prolongar la vida útil de las herramientas.
2. Medioambientales: Elimina prácticamente los residuos aceitosos y minimiza la huella de carbono al usar CO₂ reciclado.
3. Salud laboral: Mejora la calidad del ambiente de trabajo al eliminar sustancias nocivas como biocidas y nieblas tóxicas asociadas a los fluidos de corte tradicionales.
4. Eficiencia productiva: Aumenta la velocidad de corte y reduce el desgaste de las herramientas, incrementando la productividad.

Estas ventajas hacen que BeCold sea una solución ideal para empresas que buscan ser más competitivas y sostenibles.

AMM – ¿A qué industrias está dirigida principalmente la innovación?

E. Velasco – BeCold está dirigido a sectores que utilizan procesos de mecanizado, especialmente en materiales de difícil maquinabilidad como titanio o aleaciones avanzadas. Las industrias objetivo incluyen:

• Aeroespacial
• Médico (prótesis y dispositivos)
• Automoción
• Naval
• Ferrocarril

También está explorando aplicaciones en el mecanizado de plásticos, polímeros y maderas, donde la refrigeración criogénica ha mostrado beneficios significativos.

AMM – ¿Cuáles son los principales obstáculos con los que se encuentra una empresa que quiere desarrollar un producto innovador?

E. Velasco – Desarrollar un producto innovador como BeCold implica superar varios obstáculos, especialmente en una pyme como HRE, formada por 25 personas.

1. Económicos: La inversión inicial para investigación, prototipado y validación puede ser significativa. La dedicación de recursos económicos y humanos a la innovación, lo cual es una inversión que conlleva riesgo, y que puede o no materializarse en el futuro.
2. Técnicos: Garantizar que las tecnologías funcionen de manera eficiente en diferentes entornos y sean compatibles con maquinaria existente.
3. Culturales: Convencer a las empresas de adoptar nuevas tecnologías, especialmente en sectores tradicionales.
4. Regulatorios: Asegurar que el producto cumpla con las normativas de seguridad y calidad.

Acceso al mercado: Identificar los canales de distribución adecuados y generar confianza entre los primeros clientes.

La clave para superar estos retos ha sido la colaboración estratégica con centros tecnológicos como Tecnalia y universidades como la UPV/EHU, así como la flexibilidad para adaptarse a las necesidades específicas de cada cliente.